Vive tu vida y no la de los demás. Busca tu propia libertad para ser feliz.

La libertad es la posibilidad de vivir tu vida así como quieras vivirla

 

Nuestra forma de actuar está determinada por aquello que creemos que nos hará felices. Un ladrón y una persona altruista actúan de manera diferente, pero la emoción que persiguen es la misma: creen que sus acciones le harán felices y por eso lo hacen.

¿Te sueles quejar habitualmente de lo que pasa en tu país? ¿Te quejas de tu jefe y trabajo? ¿Crees que tus amigos no te valoran lo suficiente?

Al final estás responsabilizando a otras personas o agente externo de tu estado emocional y mientras sigas haciéndolo, nunca serás capaz de cambiar tu propia realidad por otra mejor.

Tienes que ser responsable de tu propia vida, con todas sus consecuencias.

Vive tu vida, no la de otros

Eres libre para elegir cómo actuar. Eres tu propio juez. No hagas algo por satisfacer al resto, hazlo porque realmente quieres hacerlo y sigue tus propios principios.

Si quieres trabajar desde Tailandia con tu ordenador ve a por ello. Si quieres hacer planes y salir de fiesta cada fin de semana júntate con gente activa y no te quejes de que tus grupo de amigos son unos aburridos.

No culpes a nadie, tú decides que hacer. Y si decides quedarte con lo que no te gusta, la culpa será tuya y de nadie más.

Decide que es lo que te hace feliz y vive tu vida, no la de otros. El mayor miedo de muchas personas es que sus acciones sean juzgadas negativamente por otras personas. Ten tu propia opinión, es imposible gustarle a todos!

Cada persona percibe la realidad de una manera diferente. Nadie  ha experimentado lo mismo que tú y, por tanto, no lo podrán interpretar de la misma manera. ¿Qué es lo correcto y qué lo incorrecto? Eso depende de tu realidad y tus principios.

¿Crees que es correcto dejar propina en el restaurante a pesar de haber sido mal atendido? ¿Crees que deberías cambiarte de carrera a pesar de que tu familia puso mucho esfuerzo en que te dedicases a la arquitectura? Decide tu mismo, pero actúa libremente y no pensando en hacerlo por temor a lo que dirán otros. Vive como quieres, no como deberías

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