Seguimos con la segunda serie de artículos del libro “Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva“. El segundo hábito: Empezar con el fin en mente, te ayudará a crear tu filosofía de vida, definiendo tu visión y misión personal.
Imagínate a ti mismo
Al comienzo del capítulo S. Covey empieza con un pequeño ejercicio visual que me gustaría que siguieras:
Imagínate a tí mismo asistiendo a un funeral de una persona querida.
A medida que vas caminando dentro de la capilla, te das cuenta de las flores, la música del órgano…Ves las caras de tus amigos y familiares, sientes la pena compartida por la pérdida y la alegría de haber conocido al difunto. Cuando llegas al ataúd y miras dentro, te encuentras mirándote cara a cara a ti mismo. Es tu funeral. Y, todas las personas que has visto por el camino, están ahí por ti. A rendirte un úlitmo homenaje, a expresar los sentimientos hacia tu persona.
Al poco tiempo empieza la ceremonia y 4 personas quieren decir unas palabras. El primero es una persona querida de tu familia, el segundo un amigo cercano, el tercero un compañero de trabajo y el cuarto una persona de una organización dónde colaboras.
Ahora piensa profundamente. ¿Qué te gustaría que dijeran cada uno de ellos? ¿Qué diferencias has marcado en sus vidas y por qué quieres que te recuerden?
Cuando vives con el fin en mente, vives con un destino en mente. Con una visión clara y concisa de donde quieres ir, tomando control de tu vida.
Todas las cosas están creadas 2 veces.
Primero las creamos en nuestras mentes, por ejemplo, ¿cómo quiero verme físicamente? ¿de qué me gustaría trabajar? y después las creamos: Vamos al gimnasio, estudiamos determinada carrera…
Pero no siempre la primera creación responde a un acto consciente por nuestra parte. Si no tenemos liderazgo personal y autoconciencia sobre nuestras primeras creaciones, permitiremos que otras personas den forma a estas y actuaremos como ellos quieran. Sólo tomando el control estarás creando la posibilidad de acercarte a tus sueños, porque o vives tus sueños o soñarás tu vida.
Tu filosofía de vida. Visión y misión
La mejor manera de actuar cada día con el fin en mente es desarrollar tu visión y misión en la vida.
La visión hace referencia a lo que queremos conseguir, como nos gustaría vernos. A como queremos que sea nuestra vida y lo que encaja o no dentro de ella. Suele ser una mirada al futuro enfocada al medio plazo y concreta. Un ejemplo sería: me gustaría ganarme la vida con mi página web, ayudando a otras personas y aprendiendo constantemente cosas nuevas.
La misión personal es la segunda creación, basada en tu visión. Es la guía que te ayudará a centrarte en lo que quieres ser (carácter), hacer (contribuciones y logros) y los valores y principios sobre los que actúas. Trata de responder a la pregunta sobre qué quieres hacer con tu vida, qué legado te gustaría dejar.
Todos tenemos una misión en la vida, y mientras no la descubramos nos va a ser difícil encaminar nuestros esfuerzos hacia lo que queremos conseguir.
Roles y metas
Los roles y metas nos proporcionan una organización de nuestra misión personal.
Todos nosotros tenemos diferentes roles: como hijos, trabajadores, amigos, miembros de una organización… y dentro de estos unas metas. Estas metas a corto, medio y largo plazo dentro de las diferentes áreas, son las que darán forma a la creación de nuestra misión.
Es fácil crear tu filosofía de vida y seguirla si primero defines tu visión y misión personal. En cada área imagínate cómo querrías que te recordaran: En el trabajo, como familia, amigo… Simplemente visualízalo y crea una afirmación. Una afirmación personal, positiva, visual, emocional y en tiempo presente. Repítela todos los días y no dejes de hacerlo. Recuérdate a ti mismo quién eres y a dónde quieres ir.